No es normal que de un momento a otro no quieras pararte de la cama para ir al trabajo, y es aún peor que mientas o le digas a tu jefe que tienes ‘fiebre’, cuando en realidad estás tan deprimido que solo quieres estar acostado.
Pero no estás solo/a, porque en el mundo, una de cada cinco personas en el trabajo puede padecer problemas de salud mental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la globalización está contribuyendo a un aumento en estrés relacionado al trabajo y otros trastornos. ¿El más común? La depresión.
Colombia y, por supuesto, Cartagena no son la excepción, así que es necesario que las empresas tomen medidas para ayudar a los trabajadores que, en muchos casos, no piden ayuda para no sentirse señalados.
La experta en salud mental Ethel García Angulo, Auditora en Salud Ocupacional de la Asociación Niños de Papel, explica que “aunque el trabajo es beneficioso para la salud mental del trabajador, por mantenerlo ocupado y por permitirle desarrollar todas sus competencias y habilidades, un entorno laboral negativo o adverso puede causar problemas físicos y psíquicos”. Ella, además, explica por qué es necesario darles a las enfermedades mentales la importancia que merecen:
¿Por qué las enfermedades mentales representan un riesgo para el trabajador y el empleador?
- Por ejemplo, el acoso psicológico o la intimidación en el trabajo conocido como mobbing, es causa frecuente de estrés laboral, lo que desemboca en depresión.
Esto a su vez hace que exista una alta rotación de personal, porque los trabajadores renuncian con frecuencia, afectando al empleador.
La promoción de la salud mental en el trabajo hace más probable la reducción del ausentismo y, por ende, una mayor producción para el empleador. Uno de los riesgos en salud mental es que no existan en las empresas programas de educación y prevención en salud.
¿Cuáles son los trastornos más comunes por los cuales se pide incapacidad?
- Hay un informe de la OPS que dice que Colombia es el quinto país de Latinoamérica que presenta más casos o episodios depresivos graves y muchos trastornos de ansiedad y bipolaridad. Esas son las incapacidades más frecuentes. También, una de las causas de ausentismo laboral es la fatiga laboral o cansancio, que conlleva a depresión.
Según su experiencia, ¿hay un estigma frente a estas personas?
- Hay un estigma social y laboral. De acuerdo a la experiencia que tenemos con riesgo psicosocial, la mejor manera para evitar estigmatizar a estas personas es normalizar el trato, realizar campañas de información dentro de la empresa sobre el conocimiento de la enfermedad mental, y ofrecer a los trabajadores afectados todo el apoyo profesional que necesiten. Es evitar cualquier tipo de exclusión a estas personas.
Hay que evitar el bullying y no fomentar el mal ambiente laboral. Todas las personas que trabajamos estamos expuestas alguna vez a sufrir este tipo de enfermedades porque precisamente el agotamiento y el estrés pueden llevar a sufrir depresión.
¿Cómo lograr que dentro de las empresas se tome con seriedad la salud mental?
- Fue un logro importante la nueva resolución 2404 de 2019, del Ministerio del Trabajo, (por la cual se adopta la Batería de Instrumentos para la Evaluación de Factores de Riesgo Psicosocial, la Guía Técnica General para la Promoción, Prevención e Intervención de los Factores Psicosociales y sus efectos en la población trabajadora, buscando prevenir trastornos mentales en los entornos laborales).
No solamente es el tema de quedarse con el diagnóstico a ver si la población está presentando enfermedades mentales, sino que se hagan políticas y programas que disminuyan las cifras de estrés, ansiedades o depresión.
Es bueno que se ponga en práctica la motivación laboral y buscar afianzar los programas de bienestar laboral, que muchas veces vemos que los aplican las entidades del Estado, pero no en todas las empresas debido a los costos.
La OMS advierte de las señales de alarma en el trabajador y consecuencias:
Profundos sentimientos de tristeza/Se aísla del equipo.
Pérdida de interés en el trabajo o actividades sociales/Apatía, indiferencia.
Concentración reducida/Olvidar las tareas o fechas límites.
Dificultad para hacer decisiones/Procrastinación, indecisión, productividad lenta.
Dificultad para dormir o dormir demasiado/Llegar tarde al trabajo, fatiga en las tardes, mayor tendencia a accidentes.
Olvido y dificultad recordar cosas/Parece distraído.
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